Si, estoy en ese punto de mi vida en que he cometido una gran cantidad de errores y sé que me faltan un montón por cometer, pero de eso se trata la vida, caer y levantarse, y aunque hay heridas que marcan fuerte la piel, sanan, dejan huella, pero puedes seguir adelante.
Lo bueno de los errores es que si eres una persona sabia, buscas el lado positivo, el aprendizaje tras cada uno de ellos... en el amor no me considero una experta y creo que nadie en el transcurso del tiempo ha llegado a serlo, todos hemos salido lastimados, todos hemos entregado más de la cuenta, todos hemos hecho daño, todos hemos pasado por tantas cosas que a veces no sabemos si contarlas como victorias o derrotas, pero aquí estamos y es que, de amor no se ha muerto nadie y por nosotros no van a empezar.
Lo curioso del amor es el hecho de que va entrelazado con un sin fin de emociones, procesos, no sé cómo llamarlo, pero el olvido es uno de ellos, ustedes se preguntarán por qué empezar por el olvido, la respuesta que les doy es que puede ser uno de los procesos más difíciles, largos y tediosos que puede afrontar una persona luego de un amor, y es que hay diferentes formas de enfrentarnos al olvido, una de ellas es cuando nos rompen el corazón, nos vemos obligados a olvidar su olor, su forma de mirar, sus gestos, sus manías, su forma de besar, sus caricias, la forma en que ríe, cada momento compartido con esa persona, por una simple razón, nos rompió el corazón, pero no solo pueden rompernos el corazón por una infidelidad, por una mentira, pueden rompernos el corazón de mil maneras distintas, una des esas mil maneras es esa que estás pensando luego de lo que acabo de decir.
A veces simplemente nos vemos obligados a olvidar, la distancia es uno de esos factores que nos obliga, creo que no soy la única persona que piensa que extrañar a un ser amado es el dolor más fuerte que puede experimentar el ser humano, quizá no tan fuerte como extrañar a alguien luego de la muerte, pero saber que esa persona esta viva y que no puedes verla, que está haciendo un millón de cosas que planearon juntas pero sin ti (en algunos casos con un nuevo amor), que ya nada será lo mismo... lágrimas y más lágrimas caen cuando eres testigo de tantas cosas, pero llega un momento en que tu dignidad florece y dice ¡YA! las lágrimas dejan de caer, dejas de extrañar, decides continuar, empiezas a olvidar.
Otro proceso curioso en el amor puede ser el bajar del pedestal, y en qué consiste, pues es muy simple, cuando se comienza una relación tu mente es capaz de retener todos los aspectos positivos de una persona y tiene una capacidad asombrosa para obviar o tapar las cosas que podrían no agradarte, pero esto sólo sucede en un comienzo, a medida que transcurre la relación, tu mente cambia la jugada y saca a flote esos aspectos negativos, los va sumando, los va comparando hasta el punto en que esa persona ya no parece tan perfecta, y te cuestionas, si esos errores siempre estuvieron ahí por qué no te diste cuenta? y en tal punto, bajas a tu pareja de ese pedestal, donde muchas veces es muy difícil volverlo a colocar.
Pero en este punto de mi vida, luego de tantos errores, llego a la conclusión de que debemos capacitar nuestra mente de tal forma que vea tanto aspectos positivos como negativos, si te vas a enamorar, hazlo de verdad, ama cada cosa de la otra persona sea buena o mala, y si algo simplemente no te agrada comentalo desde un principio o simplemente retírate, no pierdas ni hagas perder el tiempo, sé maduro en las decisiones que tomas, y aunque suene egoísta a esta altura de la vida debes pensar primero en tu felicidad antes que la de los demás.
