martes, 12 de julio de 2016

Querida

Muchos al abrir esta entrada, creerán que es una de mis típicas entradas de amor, pero no, esta entrada va dedicada a mi mejor amiga.

Creo que solo en tus cumpleaños te repito y una y otra vez lo especial que eres, lo mucho que vales, todo lo que hemos vivido, y las cosas que quiero que vivamos juntas, pero diariamente cada que pasa algo grande o insignificante eres la primera persona que pasa por mi cabeza para contarlo, y es que sé muy bien que en las buenas o en las malas siempre vas a estar ahí.

Querida amiga, te conocí una mañana del 3er grado, ambas comenzábamos en una nueva escuela, ambas íbamos en el mismo autobús amarillo escolar, al montarme observe cada persona que estaba a mi al rededor, tú fuiste la única que me regalo una sonrisa amigable, no sabía tu nombre, no sabía donde vivías ni a que salón de la gran escuela asistirías.

Todos bajamos corriendo del autobús, cada uno buscando su respectivo salón, para mi sorpresa, la niña de la sonrisa amigable se dirigía al mismo lugar que yo. Sin saber mi nombre, ni donde vivía, me pediste los colores, puede que eso haya sido nuestro sello de amistad.

Todos los días nos sentábamos  juntas en el gran autobús, hablábamos de nuestra comiquita favorita, repasábamos juntas el contenido de las pruebas semanales, supe que había encontrado a mi mejor amiga el día que te ofreciste a ayudarme con mi primera exposición de la escuela, teníamos que hablar sobre "la luna", me invitaste esa tarde a tu casa, la cual quedaba a pocas cuadras de la mía, tu familia me abrió las puertas desde ese día.

Todo fue bien hasta una mañana del 5to grado, se aplico la ley de "juego de mano, juego de villanos" pero un poco alejada de ese contexto, un juego de niños nos separo por más de un año, tu sentido de la amistad me cubrió unos días, hasta que tu ingenuidad fue manipulada por las personas equivocadas, días después llamaron a mi madre a la coordinación, días después se puso en pausa nuestra amistad.

Volvimos a hablarnos en el bachillerato, un trabajo grupal nos unió nuevamente,  nada era igual, muchas cosas habían cambiado, ambas teníamos otro grupo de amigos, pero todo mejoro el día que nos graduamos, empezamos un curso de inglés que no terminamos, pasaba casi todas mis tardes en tu casa, volví a ganarme tu confianza, nuestra amistad continuo.

No solo eres mi amiga por las veces que me cubriste, por los consejos que me diste o por las lágrimas que me secaste, eres mi amiga porque nunca dejaste de serlo, porque sabes cosas que nadie sabría, porque te diría cosas que a nadie le contaría, porque siempre vas a decirme cuando algo no te gusta, y así haga lo contrario a lo que me dices, vas a estar ahí si otro idiota llega a herirme.

Siempre hacemos bromas con cual es "la mala junta", pero sencillamente sin tenernos la una a la otra, no seríamos ni una sombra de lo que somos, somos el dúo dinámico, hermanas aunque no compartamos el mismo apellido o el mismo tipo de sangre.

Sé que voy a contar contigo en todo momento, sabes que puedes contar conmigo del mismo modo, no importa la hora, no importan los kilómetros, si necesitas gritar seré tu eco, si necesitas llorar seré un pañuelo, si necesitas reír seré un payaso, si necesitas ayuda seré un psicólogo, si necesitas una amiga seré una hermana.

Una amistad de más de 10 años no acabará ni que te montes en el próximo vuelo a China, ni que tengamos horas de diferencia o un mar nos separe, porque siempre seras tú, siempre seré yo, no importa si llegan otros, aunque a veces prefiera huir de ciertos escenarios, los mejores actores debes hacerlo, aunque a veces no quiera llorar, es una emoción natural del ser humano, aunque a veces tienda a distanciarme, es necesario para saber qué o quiénes necesito en mi vida, sin duda te necesito en la mía, querida mejor amiga.

Solo tú entenderás esta imagen. 

Creer de nuevo

Hace poco Oriana me estuvo hablando de Pablo y de cómo sin buscarlo se convirtió en la persona que la hizo creer de nuevo en el amor. Errore...